[Fin de semana] Status Quo, München, variedad cultural.
Como ya sabéis, hemos viajado a München a raiz de la idea (el germen del fin de semana) de disfrutar de un concierto de los veteranos Status Quo en el Tollwood Arena, situado en el Olympiapark de München. En realidad, al concierto sólo fuimos Dani y yo, pero Mariña y Gonzalo nos acompañaron sabiamente para poder asi visitar una ciudad que era cuenta pendiente en nuestra lista. El viaje fue, cosa rara, planificado a lo largo de dos semanas en las que pudimos buscar alojamiento barato, gestionar la compra de las entradas al concierto y aprender (poco) acerca de qué cosas había en München para ver. Yo, por mi parte pero no en secreto, sabía que un destino fijo era el museo de BMW al que finalmente pude entrar por un módico precio de 1,50€. Pero esa parte del fin de semana se reservará para el momento en el que cronológicamente le toque.
En principio, el viaje empieza con el tren...
Por primera vez, y espero que no sea la última, hemos viajado en primera clase. Además dejamos de lado el tema del tren regional, porque el viaje a München son un mínimo de ocho (8) horas y media, si no alguna más. Asi, invertimos un poquito más de dinero en el transporte y conseguimos una duración de unas 5 horas y media por sentido del viaje, además de mejoras considerables en cuanto a comodidad, algo muy importante cuando se pretende llegar con fuerzas al destino.
El primer tren era del tipo regional Express, pero al ir en primera asaltamos un departamento aislado, de 6 asientos y con puerta antipesados. Era realmente cómodo, paradójicamente resultaría ser más cómodo que la pretendida élite de los trenes alemanes, el ICE. Creo que después fuimos en un EC, que es un tren un poco mejor en cuanto a prestaciones y tal y aún después en otro tren del que tengo recuerdos medio oníricos, o quizás mi memoria está haciendo aguas ya.
Lo bueno fue a la vuelta, todos en ICE y EC, todo en primera también. Asientos de cuero, televisor de 5" (?), aunque no funcionaba, velocidad más alta aún,... con la contrapartida de que no se dormía tan bien como en los de peor calaña. Cosas de los yupies, que no necesitan dormir.
Llegada a München
Después de unas 5 horas y media de placentero viaje, comida de por medio, llegamos a München con ganas de que empezase el concierto. Pero primero deberíamos llegar al camping a dejar las cosas y pagar la estancia. Cómo sería el sitio?
Al llegar alli lo pillamos al momento: moderna comuna jipi, adaptada a gente como nosotros. Nada más llegar vimos a un sujeto la leche de raro seleccionando cerezas de un árbol que nos dio una visión general del lugar. El campamento está situado al lado del jardin botánico, en medio de un paruqe muy chulo y está organizado como una serie de barracones en los que se reparte la gente según preferencias a la hora de dormir: desde dormir en el suelo con esterilla, hasta en cama (literas).
Todo, desayuno incluido, por 8,5€. Una ganga. Y a 13 minutos del centro, en Tram (tranvía).
Después de dejar las cosas en las taquillas, previo aseguramiento de las mismas con un candado ridículo una, y la otra con uno proporcionado por los dueños del lugar, marchamos a la ciudad, donde nos dividiríamos en dos grupos: Mariña y Gonzalo, que no iban al concierto, y Daniel y yo, prestos.
Llegada al Olympiapark, conocemos ilustres personajes
Pues allá nos metemos Dani y yo en la intrincada y completa red de metros alemana, rumbo al Olympiapark. Después de aclararnos con mayor o menor éxito acerca de qué combinación coger, resultó que habíamos elegido una al azar. Eso lo comprobaríamos más tarde.
En fin, que cogimos en la estación de trenes un S-Bahn, el número 4, para asi llegar a la Marienplatz y poder hacer transbordo con el U-Bahn número 3 y llegar al Olympiapark. La diferencia entre S y U? Pues uno va más por debajo del suelo que otro, o cosa por el estilo.
El caso es que en el U3 nos encontramos a la que podría facilmente ser el personaje del fin de semana: una superabuela sueca de unos 60 años que buscaba un teatro, y que en sus años mozos había estado, entre otros, en un concierto de Bob Marley. Por cierto que el año que viene se irá a Jamaica para seguir todo un macroconcierto de una semana de duración en el pais del canuto. Ella nos aseguró que no fumaba, sólo lo tomaba en té, y que además, provocada por la pregunta de Dani acerca de si se iba a vacunar, nos aleccionó sobre lo indeseable de pincharse drogas: ella al fin y al cabo sólo había probado el LSD y alguna que otra tonteria.
(Dani había hecho la pregunta acompañando un gesto de inyección en el brazo)

La señora era realmente simpática, y nos despedimos de ella a un par de paradas del Olympiapark, con la sonrisa aún en los labios al recordar la confusión con lo de la vacuna.
El concierto y el calor
Y ya estábamos alli, en el recinto olímpico, a sólo unos minutos del concierto (bueno, una hora larga), y tan solo quedaba por saber donde demonios se celebraba el concierto. Optamos por dos sabias costumbres:
- seguir a la masa
- preguntar a la peña
Funcionó, y después de preguntar a un currante dónde quedaba Tollwood, y seguir "geradeaus" (tó reto), conseguimos llegar hasta la carpa. Después de enseñar la entrada y soportar que nos confiscaran una botella de litro de Nestea (por si agredíamos al grupo), nos dirigimos al interior de la carpa a disfrutar de lo bueno. La suerte que tuvimos fue situarnos en casi primera fila, de forma que pudimos hacer fotos casi de las arrugas de los abuelos, y algún que otro video que no puedo poner aqui, como todos comprenderéis, por falta de recursos.
Fueron casi dos horas de concierto, en el que todo el mundo lo dio todo, hasta que los pobres tuvieron que marcharse sin hacer "bis", cosa que provocó las iras del público, que llegó a agredir a la bateria (elemento físico, instrumento musical) con un vaso de plástico...
Resultó, finalmente, que los del grupo cancelarían los conciertos más próximos al viernes, debido a una deshidratación provocada por las altas temperaturas en el recinto. Si casi palman, y yo estuve alli!! (Esot último es exclusivamente BROMA).
Disfrutar, disfrutamos como enanos y estaría bien repetir, eso si, con bis incluido y, ya de tomar cervezas (como hice yo), la próxima vez llevarlas en botellas plásticas pequeñas para que no haya peligro de agresión y asi no pagar los casi 4€ por consumición en la carpa.
El día siguiente
Pues después de sudar unos 5 litros de líquido y dormir (qué ironia) en el suelo, levantándonos al dia siguiente a las 8 de la mañana, no tenía yo muchas fuerzas para desplegar mis encantos ya que las reservaba para las caminatas que seguro haríamos. El resumen del día es que también disfruté, porque la ciudad es una pasada. Eso si, preferiría haber estado en perfectas condiciones físicas, pero es muy recomendable. Comentarios del sábado, mejor en otro post. Aqui termino con una serie de fotos seleccionadas. Por cierto, las del concierto las hice realmente yo. Que ya me han dicho alguna cosa...
Álbum de fotos seleccionadas
Llegamos a München y al Tollwood Arena
Instantáneas del Concierto
Vista curiosa desde la Olympiaturm
En el museo de la BMW
Partes de la ciudad en diferentes vistas
El jardín inglés
1 Comments:
At 11:42 p. m.,
Anónimo said…
Muy guapas las fotos. Los viejunos esos de Status Quo no están ya para esos trotes, una reunión cada X años y van de culo! Sindo.
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